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Las ventas pueden ser estresantes y tensas tanto para el vendedor como para el cliente. Añadir un poco de humor al discurso de venta puede ayudar a romper el hielo y crear un ambiente más relajado. El humor también ayuda a establecer una buena relación con los clientes y hace que la presentación sea más memorable. Además, ¿a quién no le gusta reírse?
Cómo gastar bromas sobre ventas
Estos son algunos consejos que hay que tener en cuenta a la hora de gastar bromas sobre ventas.
1. Comprenda a su público
Antes de gastar un chiste de ventas, es importante conocer a su público. ¿Qué tipo de humor encontrarán divertido? ¿Cuáles son sus normas culturales y sociales? Conocer a su público le ayudará a elegir el tipo de chiste adecuado y a evitar posibles ofensas.
2. Conocer el momento adecuado
El momento oportuno lo es todo cuando se trata de gastar bromas durante un discurso de ventas. Asegúrate de esperar al momento adecuado y evita interrumpir el flujo de la presentación. No querrás parecer poco profesional ni distraer la atención del mensaje principal.
3. Utilizar el humor autocrítico
El humor autocrítico es una forma estupenda de romper el hielo y demostrar que uno no se toma demasiado en serio a sí mismo. También ayuda a establecer una buena relación con los clientes y a crear un ambiente más relajado. Sin embargo, asegúrese de evitar burlarse de su empresa o de sus compañeros.
4. Evitar los clichés
Evite utilizar los mismos chistes de ventas que todo el mundo ha oído cientos de veces. Es probable que tus clientes no presten atención o pongan los ojos en blanco. En lugar de eso, intenta inventar algo original y adaptado a la situación.
Los mejores chistes de ventas de todos los tiempos
1. El de los palos de golf
Un hombre entra en una tienda de golf y pregunta al vendedor: "¿Tiene palos de golf para alguien que no juega bien al golf?". El vendedor responde: "Claro, los llamamos 'palos para zurdos'".
2. La del orador motivacional
Un orador motivacional pregunta al público: "¿Quién de los presentes quiere ser millonario?". Todos levantan la mano. A continuación pregunta: "¿Quién de los presentes tiene una gran idea para un nuevo negocio?". La mitad del público levanta la mano. Por último, pregunta: "¿Quién de los presentes sabe cómo poner en práctica su gran idea?". Sólo unos pocos levantan la mano. Entonces el orador dice: "Enhorabuena, ustedes son los que se harán millonarios".
3. La del lanzamiento del nuevo producto
Un vendedor está presentando un nuevo producto a un grupo de clientes. Pregunta: "¿Quién quiere probar nuestro nuevo producto?". Todos los presentes levantan la mano. Entonces el vendedor dice: "Genial, cuesta 100 dólares la botella".
4. La del vendedor y el granjero
Un vendedor intenta vender un tractor nuevo a un agricultor. El agricultor pregunta: "¿Viene con aire acondicionado?". El vendedor le responde: "No, pero tiene radio incorporada". El agricultor pregunta: "¿De qué me sirve una radio cuando estoy en el campo?". El vendedor responde: "Bueno, te hará compañía mientras esperas a la grúa".
5. La del vendedor de coches y la monja
Un vendedor de coches le enseña un coche nuevo a una monja. Le dice: "Este coche es tan silencioso que se olvidará de que el motor está en marcha". La monja responde: "Lo siento, no puedo conducir un coche sin oír el motor". El vendedor le dice: "Bueno, en ese caso, tenemos una gran oferta en tapones para los oídos".
Más chistes sobre ventas para hacerte reír
- ¿Qué dijo la uva cuando la pisaron todo el día? Nada, sólo soltó un poco de vino.
- Tengo un nuevo producto genial, pero aún está en desarrollo. Es una linterna que funciona con energía solar.
- ¿Has oído hablar del vendedor que le vendió un frigorífico a un esquimal? Dijo que era perfecto para mantener las cosas calientes.
- No digo que mi producto me cambie la vida, pero me consiguió una segunda cita con mi mujer.
- ¿Por qué se puso rojo el tomate? Porque vio el aliño de la ensalada.
- Una vez vendí un paracaídas a un tipo que creía que no lo necesitaba. Acabó volviendo para comprar otro.
- ¿Has oído hablar del vendedor que vendió una aspiradora a un ciego? Dijo que era la mejor vista que había tenido nunca.
- ¿Por qué cruzó la gallina el parque? Para llegar al otro tobogán.
- No se me dan bien las matemáticas, pero estoy bastante seguro de que mi producto equivale al éxito.
- ¿Por qué fue la galleta al médico? Porque se estaba desmoronando.
- Intenté vender mi viejo coche, pero el comprador no paraba de regatear. Al final, cedí y dejé el volante. Fue un gran trato.
- ¿Por qué ganó un premio el espantapájaros? Porque destacaba en su campo.
- No soy mago, pero puedo hacer desaparecer sus cifras de ventas.
- ¿Por qué fue el plátano al médico? Porque no se pelaba bien.
- ¿Has oído hablar del vendedor que le vendió un reloj a un caracol? Dijo que le ayudaría a no perder la noción del tiempo.
- No digo que mi producto vaya a cambiarte la vida, pero te la hará más fácil.
- ¿Por qué se puso verde el tomate? Porque vio el aliño de la ensalada.
- Una vez le vendí un ordenador a un cavernícola. Dijo que era perfecto para su negocio de la "edad de piedra".
- ¿Por qué se cayó la bicicleta? Porque estaba dos veces cansada.
- No digo que mi producto sea el mejor, pero sin duda está entre los mejores.
- ¿Por qué cruzó la calle el vendedor? Para llegar al otro lado del trato.
- ¿Qué le dijo el jefe de ventas al recién contratado? "Si al principio no tienes éxito, rebaja tus expectativas".
- ¿Por qué llevó el vendedor una escalera a la reunión de ventas? Querían alcanzar nuevas cotas en las ventas.
- ¿Cómo se llama un vendedor capaz de vender hielo a un esquimal? Un vendedor de alto rendimiento.
- ¿Cuántos vendedores hacen falta para cambiar una bombilla? Sólo uno, pero tiene que querer cambiarla.
- ¿Por qué cruzó la calle el vendedor? Para llegar al otro lado del trato.
- ¿Cómo se llama a un vendedor que acaba de perder su trabajo? Retirado.
- ¿Por qué el representante de ventas llevó una escalera a la reunión de ventas? Para alcanzar el siguiente nivel.
- ¿Cuántos vendedores hacen falta para cambiar una bombilla? Sólo uno, pero hacen falta al menos cinco llamadas de seguimiento para cerrar el trato.
- ¿Por qué compró el cliente una aspiradora? Porque realmente les absorbió.
Conclusión
Contar un chiste de ventas puede ser una buena forma de relajar el ambiente durante una presentación de ventas y crear una atmósfera más distendida. Sin embargo, es importante conocer al público, elegir el momento adecuado, utilizar el humor autocrítico y evitar los clichés. Con estos consejos, puedes añadir un poco de humor a tu discurso de ventas y dejar una impresión duradera en tus clientes.
Preguntas frecuentes
¿Y si no se me da bien contar chistes?
No todo el mundo es un cómico nato, pero eso no significa que no pueda añadir algo de humor a su discurso de ventas. Intente pensar en anécdotas o historias divertidas relacionadas con su producto o servicio. Eso sí, asegúrese de que sean apropiadas y no ofensivas.
¿Está bien burlarse de mis competidores durante un discurso de ventas?
No, no está bien burlarse de tus competidores durante un discurso de ventas. No es profesional y puede hacer que parezcas mezquino e inseguro. En lugar de eso, céntrate en los puntos fuertes de tu propio producto o servicio.
¿Puedo utilizar el humor en cada argumento de venta?
Aunque el humor puede ser eficaz en algunos argumentos de venta, no siempre es apropiado. Depende del público, del producto o servicio que vendas y del tono de la presentación. Usa tu criterio y no lo fuerces si no te parece natural.
¿Y si mi chiste no sale bien?
No te preocupes si el chiste no sale bien; nos pasa a todos. Sigue adelante y continúa con la presentación. No le des más vueltas ni intentes forzar más chistes.